Elefante blanco resulto la remodelación de las celdas de prisión preventiva en Tuxtepec
A las cinco de la tarde las celdas de la prisión preventiva de Tuxtepec lucen desiertas, solas, vacías, ínfima al igual que un elefante blanco, fueron motivo de lujosas remodelaciones, pero de que sirven, si su función no la desempeñan al cien los policías.
Esto de que desde hace tres días, no han detenido a nadie, bueno ni los acostumbrados ebrios, ni los tinaqueros, ya huele muy raro en la corporación, pero tiene una explicación, si es que existe como tal, es el hecho de que todos los doscientos y tantos policías que hay en Tuxtepec, están concentrados en el rastro.
Si, así como lo están leyendo, parece ser que ahora la consigna es vigilar todas las acciones de los pobres carniceros que siguen matando en el rastro de Aldama, sitio a donde el comandante Ranulfo Méndez Sánchez jala a sus muchachos, para que los tablajeros no se le dejen ir en bola a jalonearlo.
Es por esta situación que la cárcel municipal luce desolada, sin vida, sin movimiento, sin detenidos y sin vergüenza por parte de los miembros de la corporación policíaca, que están cobrando su sueldo sin trabajar correctamente, pues su obligación es resguardar a la ciudadanía en general, no solamente vigilar a los carniceros.
El asunto aquí es que probablemente por órdenes de los asesores del presidente municipal, la corporación policíaca está siendo concentrada en su totalidad fuera del rastro viejo, cuando su obligación es andar patrullando las calles con recorridos de seguridad y vigilancia.
Por lo pronto ayer domingo, ni un solo detenido, únicamente el alcaide desvencijado, la secretaria y los detenidos por la policía vial, que tampoco ya envía sus boletines y que según eran cinco los asegurados por el operativo alcoholímetro, pero asegurados por la policía municipal, ninguno, por andar de cuida carnes.