Piden sensibilización y participación de las comunidades en el Istmo, para generar zonas libres de e
La ruta migratoria de la que forma parte el Istmo de Tehuantepec es la segunda con mayor afluencia a nivel internacional, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La complejidad de esta situación rebasa a los Estados-Nación y las organizaciones que defienden los derechos humanos, por lo que es necesario que las comunidades se sensibilicen y participen para generar zonas libres “de estigma y discriminación”.
Durante la presentación de la campaña “Mi comunidad en movimiento”, en la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de Ciudad Ixtepec, con la presencia de investigadores de la UNISTMO, representantes del albergue Hermanos en el Camino y de medios de comunicación, se analizaron los retos para que en las comunidades de origen, tránsito y destino se den condiciones seguras y dignas para las personas migrantes.
Monserrat Valdivia, promotora de la OIM, señaló que la campaña irá enfocada hacia niños, niñas, jóvenes y mujeres, principalmente, para dar información necesaria y prevenir sobre los riesgos de la migración irregular como las redes de traficantes, captación de personas para la trata, entre otros riegos; tratando de construir con las autoridades y con protagonistas una campaña alusiva a la realidad de las comunidades.
En la campaña se espera la participación de medios de comunicación y autoridades locales, a fin de sensibilizarse y sensibilizar a la comunidad de todas las personas son susceptibles a migrar, como un derecho o como un consecuencia de los riesgos de violencia y las condiciones de pobreza que viven en sus países de origen.
El esquema para la promoción de comunidades seguras, informadas y amigas de las personas migrantes, está compuesta por actividades como son cineforos, caminatas, materiales impresos, talleres, ferias institucionales, actividades lúdicas, entre otras.
Cada año entran a México unas 45 mil mujeres centroamericanas sin documentos migratorios. De ellas, el 70 por ciento sufre algún tipo de abuso sexual, según denuncian organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional (AI). Es un desesperado intento para prevenir embarazos ante las agresiones sexuales las migrantes antes de entrar a México se inyectan anticonceptivos de largo efecto.